lunes, 16 de enero de 2017

II
Coleópteras blindadas tocando las flores del cuerpo y los cimientos de la casa manos que zumban rasantes sobre el ombligo del mundo la raja del trópico la línea de un meridiano o el mar del septentrión escarabajos que se levantan la falda y despliegan las alas metálicas en verde sobre el azul del cielo y hacen pactos que simbolizan cosas permanentes en tiempos muy breves protectoras tan efectivas como los dioses inmensas y febriles al tacto mientras viven dándose pequeñas muertes en cada caricia

Coleopteras blindado que joga as flores do corpo e as fundaçoes de casa das maos que zumbem nivelando no umbigo do mundo a racha do trópico a linha de um meridiano ou o mar dos septemtrio escaravelhos que sobem a saia e eles desdobram as asas metálicas em verde no azul do ceu e eles fazem pactos que simbolizam coisas permanentes em tempos muito breves protetores tao efetivos como os deuses imensos e febris para o tato enquanto eles viverem dando mortes pequenas em cada caricia
Marianela Cabrera

lunes, 18 de abril de 2016

Leyendo el Libro Sueño con Mariposas y otros relatos

El escritor venezolano Jorge Gómez Jiménez en el año 2012 obtuvo el premio con su relato "Sueño con Mariposas"  del Concurso Nacional de Minicuentos “Los Desiertos del Ángel”,  el cual es convocado por el Instituto de la Cultura de Aragua (ICA) a través de su Coordinación de la Oralidad y el Pensamiento Escrito. Al año siguiente en 2013 se terminó de imprimir la selección donde  además le fueron concedidas menciones a los relatos “Ensayo de una vida trágica”, de Alejandro Coita; “Volver”, de Cruz Arnaldo Jiménez Riera; “Autorretrato con muñecas”, de Rubén Alexander Moreno Gerdel; “La azotea”, de Gabriel Payares, y “Casa morada”, de José G. Padrón L.
Los jueces destacaron “la diversidad de propuestas narrativas representadas en este concurso, las cuales dan cuenta de las interesantes búsquedas temáticas y formales de nuestros escritores, así como de la vitalidad del género narrativo breve en Venezuela”. Fue así como en  mayo del 2015 me llegó a las manos la publicación y pude leer que con el seudónimo Luisa Arrambide y con el cuento: "Sin Aliento" la fotógrafa Isamar Delgado fue incluida dentro de esa diversidad narrativa que señalaban los jueces del mencionado concurso en una interesante y  afortunada incursión  dentro del ámbito del relato breve.

Aquí se los dejo para que lo disfruten y si lo consiguen en alguna librería vale la pena comprarlo.

SIN ALIENTO
POR: ISAMAR DELGADO 


En el apartamento, mis primas hablaban acaloradamente. Su parloteo decadente no me interesaba en lo absoluto. La mayor de ellas modulaba lentamente. Cadencia que hacía permanecer la palabra como en la invocación del OM. Un tapiz de fondo envolvente de indistinguibles sonidos me arrullaba. Iza saboreaba un brownie. La luz detrás de la silueta de ellas, distraía mis ojos atónitos. Desde el sofá sentía el aburrimiento de las paredes, un bostezo en la modorra del concreto. El ahorrador de energía del monitor encendía intermitente. Había masacrado a tantos virtualmente, que mis manos latían. Hace más de tres semanas que estoy sumida en ese juego no pocas horas al día. Encontré esa dirección web de un modo extraño y misterioso. Me aceptó días más tarde después de haber mentido mucho. Era una página macabra, kitsch. Lo primero que vi, fue un crimen en tiempo real, el suceso más angustioso y bizarro que fake alguno me hubiese causado entre tanta leyenda urbana. Una especie de obsesión se apoderó de mí. Veía imágenes evitando que alguien pudiera encontrarme frente al aparato y pensar que estaba completamente fuera de mis cabales. Me incorporé del sillón con la misma intensidad con la que caí en un descanso impuesto, asustada ya, de tanto horror desenfrenado y el desasosiego que me causaba mi estado. 

Salí a la calle. Las aceras estaban vacías. La brisa traía un murmullo de mes de mayo a cargo de las chicharras, tal vez. Sin embargo, parecía el rechinar de mandíbulas de animales rumiantes. Aparte del sol cegador y los vientos desérticos típicos de mi ciudad, solo los edificios hacían eco a mis pasos. De repente, algo espantoso sucedió. Al girar en la esquina, una horda de seres espectrales apareció frente a mí. Un suceso tantas veces repetido en la mente, esto no podía ser real. Esas personas caminaban con arrojo, un brío distinto al de las películas. Nada de andar tropezando, con caras largas y babeantes, arrastrando los pies. No. Definitivamente eran descarnados cuerpos, con varios días en un proceso de descomposición mórbida que de algún modo se detuvo para oxigenarse al aire del ambiente que comparten conmigo. Corrí posesa. Sus pasos vacilantes se tornaron acompasados solo para seguirme muy de cerca, ávidos, hambrientos. Pude reconocer algunos rostros. En la huida, traté de advertir a otros desprevenidos. Se rieron de mí, los zombis no existen, me decían. La ciudad estallaba, las cornetas de los autos permanecían cortando la atmósfera mientras yo huía despavorida en sentido contrario a mi ordenador, cuya sesión del juego de los muertos andantes, nunca cerré y de donde resucitados, escaparon, probándoles a todos, que aún vivían. 

DEL LIBRO: “SUEÑO CON MARIPOSAS Y OTROS RELATOS” 

Concurso Nacional de Minicuentos 

“Los Desiertos del Angel” 

Impreso por: Fundación Editorial el Perro y la Rana 

2013


jueves, 4 de diciembre de 2014

miércoles, 29 de agosto de 2012

BASILICATA. Por: Marianela Cabrera


A Isamar Delgado
Sueño con arcanos que no fueron dibujados
todos son símbolos religiosos occidentales
pero igual te los explico
No hay mesa pero si la cena servida
y existe un cristo al que nombro por "santo"
y también te lo explico
cada molestia en tu cuerpo es culpa de él
La insatisfacción ante las cosas del mundo
la gente que no te alcanza
los libros que ya no lees
la música que te harta
el monólogo de tu sangre para arriba y para abajo
sin oxigeno
Algo quiero decirme pero no me entiendo
hablo una lengua originaria de algun lado 
donde no nací
un río pasa por el medio de un pueblo 
y algún día será la ciudad perfecta
Inmensos pájaros oscurecen el cielo
mientras sacude la piedra su memoria
e incendia el fajo que leo comprendiendo
que aquello que te cuento lo invento para ti
y lo único que se salva son sus tapas de cobre
y no hay excusa para la vigilia
ni secretos ancestrales para enfrentar la catástrofe
que no tengo una misión en el sur
ni apostolado
y que cuando ese río pase por el centro de Sibaris
pues, nos arrastrará sin misericordia
hasta el mar
y allí pereceremos

sábado, 25 de febrero de 2012

De: La tentación es tu boca y si me hablas, gimo. By Marianela Cabrera

II
A: Isamar Delgado

Se dibuja una linea que describe el tiempo
Tempo porque suena
cruje 
cada cuadro del film relatando el mundo
enorme estallido como le dio a los físicos por nombrar.
Big Bang personal tronando
girando,
cayendo
lentamente de arena, marcando mis horas
y el breve agujero negro
en la carretera
que nos vuelve a juntar
mientras borra horas estériles
de no estar. 
Espacios donde apenas escucho tu risa 
e imágenes donde solo veo curvas
y vértigos de noria de pueblo.
Mi cabeza entre nubes se derrite
No tengo descripción posible
para el desmayo de la mente.
El abrazo intenta colar cuerpos,
teletransporte de ficción 
como las pelis lejanas
en "Cine del Hogar" 
y es verdad, cuarenta anos más tarde
penetrar y respirarse
y en un aliento
tragarse el universo
al ritmo de músicas arrancadas
del aljibe profuso y bueno
de tu alma


De: La tentación es tu boca y si me hablas, gimo. By Marianela Cabrera



I                                                  
                                A: Isamar Delgado

Y es caliente la noche 
bajo el claro lunar
tu cuerpo hace música 
e impaciente danza la madera noble
con sus  curvas
y  saco un acorde agudo 
al instrumento
Bronces erráticos
tensas cuerdas de pelo en el arco
La voz in crescendo es ya un grito
la boca tuya un cuenco de palabras profusas
y mi mente 
poseida
latiendo telúrica 
ante el escándalo 
de verte allí
tallada y trémula
quemando lo que queda de las horas
sacando notas del último resquicio
que se lleva los miedos
y a todos los perros
dejándome a la madrugada exhausta
abrazada a ti 
como aferrarse al mar
y al aire que respiro
por toda cosa
para no perder el eco de tu voz
en el abismo silente
que me busca y me nombra en suenos 
entregándome tu alma
sin despedidas 
mientras beso tu boca fresca
y me rescato 
en esta ciudad abierta al infinito.

Marianela Cabrera